¿Cómo ahorro energía?

¿EN QUÉ NO DEBERÍA AHORRAR?

En sincronía con los precios de la energía, los consejos para ahorrar también se disparan. Las recomendaciones bienintencionadas son ciertamente útiles, pero se debe tener cuidado para que o creen problemas de salud por estar convirtiendo la vivienda en un «termo» hermético. En otras palabras, se debe garantizar que es posible respirar suficiente aire fresco en la vivienda en todo momento. Tampoco se debe ahorrar en ventilación.

1. Calefacción más baja y todo cerrado = problemas de humedad

El primer consejo que se puede ver por todas partes cuando empieza el invierno (y especialmente este último): bajar un grado la calefacción. Y con toda la razón. No existe nada que una chaqueta adicional o un buen edredón no pueda solucionar. Aunque lo mejor es no dejar nunca que la temperatura de la vivienda descienda por debajo de los 16 °C. Si, además, en este proceso se mantiene todo herméticamente cerrado y se cierran todas las posibles grietas o hendiduras, la cosa se pone «peliaguda». Es verdad que todo esto puede suponer un ahorro en la factura energética, pero para mantener la calidad del aire interior, siempre tiene que haber una ventilación adecuada. De hecho, especialmente en combinación con una temperatura baja, y con las correspondientes mayores posibilidades de condensación, la mala circulación del aire hace que la humedad se acumule en el aire interior (y en las paredes de la vivienda). La formación de moho es el resultado, que no solo tiene un impacto perjudicial en la vivienda, sino que además no contribuye a la salud de los residentes.

¿Está su vivienda equipada con un sistema de ventilación mecánica correctamente instalado y bien mantenido? En ese caso, afortunadamente, este sistema interviene en el exceso de aire interior húmedo, junto con el exceso de CO2 y el mal olor, los elimina a tiempo y los sustituye por aire fresco exterior. De lo contrario, esa humedad no encontraría una salida hacia el exterior y se acumularía en la vivienda. ¿Se pregunta cómo están los niveles de humedad de su vivienda para saber qué medidas tomar? Un medidor de CO2 inteligente, como el Sense de Renson, no solo mide el nivel de CO2 en el aire interior, sino también el contenido de humedad.

2. Abrir las ventanas = no es la mejor idea

¿Necesita aire fresco en el interior? Abrir una ventana puede ayudar temporalmente, pero nunca proporciona el aire fresco necesario en la vivienda durante el tiempo suficiente. Además, el aire frío del exterior en invierno no solo expulsa el calor de la casa, sino que, si no se dispone de un sistema de ventilación que funcione correctamente incluso aumenta el riesgo de condensación y moho en las viviendas. La ventilación continua y controlada es la única alternativa correcta para disfrutar de suficiente aire fresco en su hogar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, de una manera energéticamente eficiente. ¿Sabía que actualmente los sistemas centrales de ventilación «en función de la demanda» están diseñados para ahorrar energía que apenas repercuten en los costes de la factura energética? ¿Cómo? Esto se debe a que, basándose en mediciones continuas de la calidad del aire interior, solo ventilan más en aquellos lugares y momentos en los que es realmente necesario; por la mañana en el cuarto de baño ocupado y por la noche en el dormitorio, por ejemplo. Por otro lado, los sistemas de ventilación, por muy económicos que sean, vuelven automáticamente al nivel básico de ventilación de cada habitación de la vivienda en caso de ausencia. Además, nunca tendrá que volver a preocuparse por la salubridad del aire interior.

3. Nunca apague el sistema de ventilación

Por muy tentador que pueda parecer para ayudar a ahorrar en sus facturas de energía, nunca apague su sistema de ventilación y nunca cierre del todo las rejillas de ventilación (que suministran aire fresco del exterior). Estamos seguros de que no querrá ahorrar en su salud y en la de los otros residentes de la vivienda, ¿verdad? Porque precisamente es eso a lo que se arriesga cuando sabe que una familia media produce 10 litros de humedad al día en la vivienda, solo por cocinar, lavarse, orinar, ¡e incluso respirar! A esto también se arriesga con las partículas de suciedad y los malos olores de los productos de construcción, decoración y limpieza, los ácaros del polvo doméstico y el pelaje de las mascotas que se acumulan en el aire interior. Y como resultado, a veces huele a humedad después de una noche con personas en un pequeño dormitorio sin ventilación.

Como cada vez vivimos, trabajamos y convivimos más en interiores (¿sabía que todos pasamos hasta el 90 % de nuestro tiempo en espacios cerrados?), tener esto en cuenta es más importante que nunca. Para los que son conscientes de ello, pero que prefieren no tener que preocuparse, hay una buena noticia: los sistemas de ventilación controlada en función de la demanda de Renson se ocuparán de todo. Sin que nadie se dé cuenta, garantizan de una manera completamente automática la mejor calidad posible del aire interior en todo momento, y lo hacen de la manera más eficiente desde el punto de vista energético.

Un sistema de ventilación centralizado interviene de una manera completamente automática y elimina el CO2, la humedad y el mal olor del aire. Los sistemas D también disponen de recuperación de calor para que el calor presente no se pierda. Para mantener la calidad del aire interior de un espacio, aquellas viviendas que no tengan suficiente espacio para instalar un sistema de ventilación centralizado pueden utilizar un sistema de ventilación descentralizada. Estos ventiladores son eficientes desde el punto de vista energético y también se pueden equipar con sensores de CO2.