¿Alergia a los ácaros? ¡dios me libre! a continuación, ¡cómo combatir los ácaros!

¿QUÉ SON LOS ÁCAROS?

Los ácaros son unos animales diminutos de ocho patas pertenecientes a la subclase de los arácnidos. Los tejidos —como alfombras, colchones, ropa de cama, cortinas y muebles tapizados— suelen constituir su hábitat. Bien pueden considerarse como unos indeseables huéspedes invisibles: aunque es prácticamente imposible verlos a simple vista dado su diminuto tamaño de 0,3 mm, puedes tener la seguridad de que abundan, bien repantigados, en tu hogar. Además, tan solo requieren tres o cuatro semanas desde la eclosión de los huevos para convertirse en ácaros adultos con una esperanza de vida de dos a tres meses. En consecuencia, una población de ácaros se propaga a gran velocidad.
 
 Dicha propagación es aún más acelerada cuando los ácaros encuentran un hábitat ideal. Sus lugares predilectos para reproducirse son los sitios oscuros con una temperatura de entre 16 y 25 ºC y con un elevado nivel de humedad atmosférica (superior al 60 %).

¿DE DÓNDE PROCEDEN LOS ÁCAROS?

Llegados a este punto, no queda duda de que vivimos junto a estas minúsculas criaturas. Dicho esto, muchos de nosotros ni siquiera pensamos en los ácaros cuando, de improvisto, se nos presenta un moqueo nasal, comenzamos a estornudar, tenemos los ojos llorosos, tosemos, nos cuesta respirar o sentimos picores. Has dado en el clavo: todos estos son síntomas compatibles con una alergia a los ácaros. Aun así, los ácaros —que no pican y se alimentan de las escamas que se desprenden de la piel de los humanos y los animales— no causan directamente ninguna alergia. La verdadera causa de las alergias es otra: ¡Los excrementos que producen los ácaros!
 
 A lo largo de su corta vida, los ácaros producen, como mínimo, una cantidad de excrementos equivalente a su peso corporal multiplicado por 200. Estos excrementos se incorporan al aire como partículas de polvo e, inadvertidamente, los respiramos por la noche.

¿ALERGIA A LOS ÁCAROS?

¿Sabías que las alergias prácticamente no suponían un problema hasta el siglo XX? ¿Qué ha cambiado desde entonces? Las casas actuales están mejor aisladas en comparación a las de tiempos pasados. Las nuevas construcciones son como cajas herméticas de las que la suciedad no puede escapar y el aire fresco casi no puede penetrar. En otras palabras: constituyen el lugar de incubación perfecto para estos bichos. Es poco probable no estar a la merced de los ácaros y las alergias asociadas. No obstante, puedes reducir significativamente los síntomas de una alergia por ácaros diseñando debidamente tu entorno.
 
Erradicar estos diminutos animales de tu hogar es algo más propio de un reino de fantasía; no obstante, hay formas de combatir los ácaros para reducir significativamente su población. La ventilación es primordial.

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA VENTILACIÓN?

Los ácaros son muy sensibles a los cambios en su hábitat. Una ventilación adecuada del espacio vital reduce la temperatura y reduce el nivel de humedad, lo que crea condiciones adversas para los ácaros. En consecuencia, la tasa de reproducción se ve mermada. Por lo tanto, tu estrategia para combatir los ácaros y las alergias asociadas debe estructurarse en torno a dos principios centrales, a saber: mantener un bajo nivel de humedad relativa y eliminar los lugares en los que se refugian. Sobre la base de lo anterior, es una buena idea retirar el edredón cada mañana, de manera de refrescar el colchón y la sábana bajera.

Dejar que el aire fresco penetre abriendo una ventana durante 15 minutos no es más que una solución cortoplacista. La mejor forma de mantener un ambiente saludable en un dormitorio es ventilar día y noche. Para hacerlo inteligentemente, ¡un sistema de ventilación mecánica es una opción acertada!

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE PERMITIR LA ENTRADA DE AIRE FRESCO Y LA VENTILACIÓN?

Permitir la entrada de aire y la ventilación son dos conceptos diferentes que suelen confundirse. Hay una diferencia entre los dos: Como se ha dado a entender anteriormente, permitir la entrada de aire es una solución cortoplacista en la que se reemplaza un gran volumen de aire abriendo las ventanas, las puertas y los tragaluces. Por otro lado, por ventilación se hace referencia al reemplazo del aire en los espacios interiores mediante un sistema de ventilación. ¿Cuál de estas dos opciones ofrece la mejor manera de proteger a todos los miembros de tu familia de los ácaros, el asma y los eccemas? No se trata de elegir una sola: ¡ambas soluciones tienen mucho que ofrecer! La única forma de garantizar un ambiente saludable en los espacios interiores implica combinar ambas opciones.

Por cierto, ¿sabías que permitir la entrada de aire fresco puede contribuir a la formación de moho en tu casa? La razón para ello es que el gran volumen de aire frío procedente del exterior da lugar a un choque térmico (al entrar en contacto con el aire más cálido del interior) que favorece la condensación y, con el tiempo, al moho. Como consecuencia, un sistema de ventilación adecuado es absolutamente esencial para gozar de buena salud.

¿QUÉ TIPOS DE SISTEMAS DE VENTILACIÓN SE PUEDEN ADQUIRIR EN EL MERCADO?

Hemos abordado brevemente la ventilación mecánica, la mejor manera de garantizar una circulación eficaz del aire en tus espacios vitales las 24 horas del día. Consideremos como ejemplo un sistema de ventilación totalmente automatizado, de demanda dirigida y perteneciente a la clase de eficiencia energética C+. Para garantizar un suministro natural de aire fresco, este sistema utiliza aireadores de ventana. La extracción del aire contaminado de los espacios interiores se consigue mediante una unidad central de extracción, la Healthbox 3.0, que opera en función de los cambios de la calidad del aire en el hogar. Otra posibilidad la constituyen las rejillas, aunque suelen usarse principalmente en oficinas o entornos industriales.